Lingüística forense

Uno de los campos que mejor se han beneficiado de la estilometría ha sido la lingüística forense, donde la aplicación de los recursos estilométricos sitúa nuestro trabajo, con lo que ello conlleva, en el territorio de la realidad supratextual; territorio en el que podrían derivarse de los análisis estilométricos consecuencias jurídicas.

Las atribuciones estilométricas al terreno jurídico obliga a trabajar con ciertos protocolos a fin evitar atribuciones erróneas (Canter, 1992; Hardcastle, 1997; Sanford et al., 1994; Foster, 1989). Ya que no conocemos aún con precisión la tasa de error  de muchos algoritmos estilométricos, las atribuciones de la vida real deben obedecer a grandes rasgos a los seis principios establecidos por Smith (1990, pp. 249-250) :

1. La persona que hace la adscripción tiene que estar segura de la atribución y responsabilizarse de ella.
2. El argumento de agregar algo al canon de un autor tiene que ser muy estricto.
3. Si la duda persiste, un trabajo anónimo debe permanecer en el anonimato.
4. Evitar una atribución falsa es mucho más importante que no reconocer una correcta.
5. Solo las obras de autor conocido son adecuadas como base para atribuir una obra en disputa.
6. No hay atajos en los estudios de atribución.